Las leales y nobles diferencias. Néstor Alamo, 25/10/1946, Periódico Falange

Néstor Álamo.(1906-1994)
Néstor Álamo.(1906-1994)

Desde hace años nos venia preocupando eso del timple. Era un elemento que andaba a la deriva y sin que nadie mostrara interés en aprovechar sus formidables posibilidades. Juan de Dios «el de la Generala» lo tocaba estupendamente. Pero se fue y nadie volvió a asumir el cetro del virtuosismo timplero.

El timple tiene nombre propio; de raíz ortodoxa. Viene a ser la equivalencia de Doña María Barrientos y su cuerda dentro de nuestras parrandas callejeras, donde el aún ejerce de barítono con tendencias a bajo cantante -y la guitarra hace de todo.

El timple o «cameyiyo» es sencillamente electrizante. El canario de raza que lo oye siente que desde su nuca, desde lo más delicado de sus centros nerviosos se esparce una como anulación de la propia voluntad que lo subordina en todo al lenguaje de las cinco cuerdas. Percibe la onda melódica impregnada de radiaciones sin conten y se trueca en cuerpo muerto en brazos de aquel torrente de llamadas irresistibles. En la noche el reclamo del timple es imperioso, inexcusable, con un sabor agridulce, melancólico, que todos los canarios sentimos sin podérnoslo explicar
ni eludir. Se reproduce, poco más o menos, el mito de orfeo en los Infiernos.

Jeremías es hoy el mejor floriador local de timple. Hace tiempo tratábamos con él de estos asuntos.
Le exponíamos nuestro punto de vista respecto a las posibilidades que se podían extraer del timple con un conocimiento metódico de su técnica de fabricación y modo de pulsarlo. En una rondalla, un par de timples en tonos distintos darían un resultado prodigioso.

Pero las rondallas creen de más alto interés y más fino, el Torna a Sorrento» a base de trémolos de «bandolina» y arrebatos de plectro.

El timple ofrece mayores posibilidades que el ukelele. Y una cuerda más. Tiene un sabor tan nuestro, que ningún otro instrumento lo iguala. Por ese total de circunstancias nos apasiona, desde hace años, el peculiarísimo guitarrejo isleño.

—Vamos, vamos —dirá alguno de la otra banda—, si no es más que un guitarrico adaptado…
Quien esto diga no conoce el «cameyiyo», con sus distintas afinaciones,o no ha visto en su vida al español «requinto».

Desde un punto de vista personal,el guitarrico —es decir, el requinto o sea la guitarra reducida a una quinta expresión-, nos resulta antipático. Cuando oímos que alguien lo manda queriendo suplantar al corcobado instrumento nos parece como si se pretendiera que desdeñásemos el mejor ron de Telde en beneficio de cualquier coñac matarratas a base de alquimia y veneno.

Es muy significativo que el timple tenga su principal zona de aclimatación expansiva en Lanza-,rote. Nadie como los conejeros para florearlos y construirlos. El timple tiene un entronque indudable —a nuestro menguado entender—, en los instrumentos de cuerda moriscos. Todos sabemos que un porcentaje altísimo de la población de aquellas islas —Lanzarote y Fuerteventura— estaba integrado a finales del XVI por gentes cautivadas en las riberas del África vecina. Los naturales de ellas, en gran parte, fueron vendidos
como esclavos en la Europa del Sur a raíz de la conquista y los moriscos vinieron, andando el tiempo, a sustituirlos. Nada tiene de extraño que al igual que hacían con sus ritos, hechicerías y festejos, —guardados cuidadosamente en el secreto del hogar—, trajesen con ellos algún artefacto músico que tras un periodo más o menos largo de adaptación se haya convertido en nuestro timple actual y maravilloso. Conste que es esta hipótesis personal y absolutamente gratuita.

Jeremías Umpiérrez; usted, sin pretenderlo, ha situado en esa su recién publicada conversación sobre el timple canario uno de los sillares más seguros del edificio de nuestras «leales y nobles diferencias» No tema usted; está bien asentado. Nadie se atreverá a tocarlo y el pueblo lo siente y sabe suyo. Ahora bien; así como coadyuvé en fijar en usted la preocupación por el conocimiento de la psicología, leyenda y posibilidades timpleras quiero que colabore en esa solicitud que es preciso elevar a la venerable Sociedad Filarmónica solicitando la creación de una cátedra de enseñanza de timple. Pero a esto debe anteceder la redacción del método de enseñanza pertinente. ¿Verdad que no es mucho?

No se preocupe usted por la polvareda. Mayor fue la que alzó Colón al zarpar con sus carabelas y ¡América está ahí!

0001Documentación obtenida de Jable. Archivo de prensa digital de la ULPGC.

Evocación y nostalgia del timple, María Rosa Alonso, 28/09/1947, periódico Falange

mariarosaalonso«Fué exactamente hace un año en no sabría decir qué cafetín del Puerto de la, Luz. La reunión tenía el saber dé lo sencillo, pero las manos de Jeremías Umpiérrez hicieron el prodigio. .Aquello adquirió, de pronto, un aire emocionado de rito; y otra vez lo vulgar cobró categoría estética desde la raíz de lo sencillo y simple.

El alma de mi tierra se trenzó en las cuerdas del timple embrujado de Jeremías y aquellas rejas prendieron, en los nerviosos barrotes, una enredadera sutil que trenzaban los dedos nerviosos del tocador. ¿Qué me sobrecogió aquella noche encantada de septiembre frontera a una mar sosegada? Lo que tocaba Jeremías era una isa que para mi no lo era; eran unas folias que no me lo parecían. Después tocó…no sé lo qué fué. El paréntesis de un año, cuando en la nave del alma hay tempestades, no permite precisiones, pero Jeremías me aseguró que lo cantaban en Lanzarote.

Mi visión de esta isla natal de Jeremías Umpiérrez, que no se ha casado para vivir libre como los pájaros, según frase suya, es una visión poética; es decir, imaginada porque no he tenido la fortuna de verla. Yo la pienso seca y sedienta, un poco achatada por la continuada pesadumbre solar. Lo que Jeremías cantaba tenía un melancólico borbolleo de mar y desierto, de agua salada y tierra llana, de una inmensa e infinita superficie sin horizonte.

Era un canto que jamás he olvidado porque su melancolía no era recortada sino extensa. Un canto de tierras que ven nacer el sol; y en aquella voz metálica de Jeremías, fue apenas levantaba un susurro, aprendí a oír la letanía de esta mitad oriental del Archipiélago. Entendí con toda claridad la diferencia que hay entre el grupo occidental canario—de mayor humedad— y el oriental, de sequedad más acusada. Por hacer un poco de literatura vi el signo de lo céltico y nórdico en el grupo donde el sol se pone y de lo mediterráneo y sureño por las islas que lo ven nacer. Claro está que es una arbitraria y frívola distinción, pero las resonancias anímicas que las cuerdas de un timple suscitan tampoco nos permitían unas bases firmes para una teoría seria.

Sobre el mármol de la mesa hacía caer Plácido Fleytas su voz que sonaba como aquellos duros de plata inolvidables, de una nostálgica edad económica que nunca ha de volver. Plácido cantaba primorosa y gallardamente sus isas con el sabor de rezo que el canario fino pone en la liturgia del canto popular. ¿Lo recuerda usted, Néstor Álamo? El canario fino de todas las islas imprime en su cantar la unción religiosa que se pone siempre en las hondas zonas del alma. Por eso una de las cosas que menos puede sufrir un canario entero y verdadero es que hagan caricatura de sus cantos populares, o que el desalmado pobre diablo desafine entre los vapores de su brumosa «juma» las notas de unas folias o de una isa.

Nuestros cantes insulares están hechos para individuos solos, personas-islas también y no para brillantes grupos donde la colectividad pespuntea la gallardía de una canción coral.
El canario fino—ese del «canere» y no del «canis»—hace un melancólico «solo» al entonar unas folias, una isa, o una malagueña que aquí aclimataron su.
semilla ibérica. Quede para el erudito la afanosa averiguación de sus orígenes; aquí sólo nos dejamos llevar por la corazonada musical y anímica de nuestros cantos.
No tenemos muchos estudiosos que buceen por las vírgenes tierras de nuestro folklore musical ¿verdad, Lola de la Torre?—Tampoco tenemos ensayistas.
Las cuerdas del timple de Jeremías-un gran timple que es casi un Stradivarius conejero—nos hicieron pensar que estos isleños del grupo oriental cantan y tocan con un matiz distinto al nuestro, el de los isleños occidentales. Cantan como si tuvieran el alma clavada en la mitad de una llanura—desierto o mar, acaso desierto y mar—, como si arrastraran una aridez milenaria oreada con los suaves cambiantes de sus semitonos. Una brisa musical de mar o desierto caldeaba en el cantar de Jeremías y en las cuerdas de su timple,
y yo pensé que unas gentes que cantan así han de tener un alma un poco distinta a la de los que cantamos con menos amplitud de llanura sobre la que extender la voz y el suspiro.

Ningún escritor del Archipiélago se ha detenido a pensar en estas mínimas cosas que pueden ser jalones que nos llevan a una diferenciación de los dos grupos de islas Canarias, Cantar de una manera es en cierta medida un rezar del alma colectiva de una región. Rezar de cierta manera implica un alma y una voz distinta y singulares. Un espíritu serio haría una buena meditación sobre las características especiales del alma de un pueblo.
Sobre su cantar, su humor, su manera de hablar y su vivir que le permitirían un diagnóstico interesante sobre su ser. Pero las mujeres, que somos alma y no espíritu, no sabemos hacer estas cosas de honduras y en la superficie de las cuerdas de un timple bullanguero columpiamos –una noche lejana ya—Unas folias de allá, del grupo occidental, unas folias del picudo Tenerife, que
sonaron distintas a las de Jeremías y a las de Plácido. Y aunque nos unía a todos la impronta común de nuestro isleñismo, el cantar y la voz delataban unos matices que un oído fino pudo haber recogido como distintos mensajes que a lo largo del tiempo han ido labrando almas colectivas
diferentes.Pero las voces­- y esto es decisivo—acoplaron sus tonos, se enredaron en las cuerdas del timple de Jeremías y hubo un momento en que.
primero una y después otra vez todas levantaron un emocionado credo lírico, en un negro paisaje de noche atlántica. Un credo lírico y sentimental a  las excelencias de nuestras amadas «islas Afortunadas.»0001Documentación obtenida de Jable. Archivo de prensa digital de la ULPGC.

Apología del Timple. Néstor Alamo, 1/06/1946, periódico Falange

Néstor Álamo.(1906-1994)
Néstor Álamo.(1906-1994)

Si Erasmo de Rotterdam escribió su ‘Elogio de la  Locura’, no es demasiado el que nosotros intentemos, desde aquí, bucear en la apologética del timple. Hará falta que un sesudo investigador nos  demuestre nuestro andar errado para que dejemos de considerar al minúsculo instrumento canario tan autóctono como el Teide, la Cueva de los Verde lanzaroteña y la cuenca del barranco de Tejeda con todos sus basálticos apéndices. Y es que, a quienes intentan la apología de lo propio puede tildárseles de cualquier cosa menos de hombres sin casta ni
amor a su tierra. Todos sabemos que el timple es un ukelele con cierta cuerda más y bastante suerte menos que el hawaiano instrumento. El plus de la
cuerda aumenta sus posibilidades melódicas en un veinte y cinco por ciento sobre aquel su universal hermano. Pero el timple no ha sido estudiado. Casi, casi, podría decirse que se le desconoce. Nadie ha intentado escudriñar en el mundo probable de sus posibilidades.

A los niños juerguistas y a los furrunguiadores de barrio les basta y sobra con dos o tres posturas para salir del paso; es decir, unos cuantos atropellados acordes, sin armonía ni emoción alguna que coadyuven al logro» de un climax en el rebotallo. Y el timple es más; mucho más; muchísimo más. El timple tiene propia alma, vibrante, quejumbrosa, atormentada por angustias de ‘sequía y terregueros. Su mismo regocijo de parranda guarda posos de amargo punzar que hacen daño y abren puertas a las nostalgias del alma de todo intrínseco hijo de las Islas sin necesidad de tintes ni de ecos extraños. Sentir un timple por los muertos lienzos de la noche es como si le clavasen a uno agujas anuladoras de la voluntad en. lo alto de la nuca. El mito de Orfeo se hace presente y  quien escucha queda sin voluntad; como hoja, en el viento, a merced del rumor querencioso de las cinco cuerdas lancinantes del cameyiyo.

Para sentir por entero la amarga melancolía sensual del timple hay que ser pueblo; saberse pueblo a través de generaciones y generaciones de gentes amasadas con tierra y con sudor.

El timple ha respondido siempre en su manejo al más anárquico, desenfadado empirismo. Nació Dios sabe cómo y dónde. ,Y sólo Dios sabe dónde y cómo fueron decretadas las primitivas reglas orales de su pulsar.

Existe una literatura sobre pedagogía ukelélica; no vemos porqué no puede contar el timple con otra parecida. Hemos hablado deello con algunos músicos profesionales; es decir, profesores. Pero según su opinión, no encuentran posibilidades en tal investigación. El timple dicen—es instrumento pobre, rudimentario, sin más fin que servir de festón o ribete a los convivios donde el sancocho y el caldo de pescado son señores. Intentar algo respecto a él sería perder, el tiempo. ¡Y está tan cara la Vida!

Salvo raras excepciones, quienes han reaccionado así son gentes’de afuera, gentes para quienes el -timple no es más que un instrumento chillón y desalmado. Pero en cierta ocasión, un canario de solera recogió el guante de nuestras iniciales, remotas sugestiones timpleras y se engolfó por entero en este estudio; en su localizar de valores.
Y esté canario—inútil nos parece decirlo—es Jeremías; Jeremías Umpiérrez.

Jeremías, al igual que hace el biólogo con sus cultivos, no ha cejado en su empeño de abrir rutas ignoradas a la afición. Su premio—premio espléndido—ha sido el hallazgo de nuevas formas de afinaciones de perspectivas inéditas en la técnica timplista; modulaciones, acompañamientos hasta ahora insospechados. Anchas fajas de terreno virgen dentro de la angosta y admitida forma de manejar
el isleñisimo cameyiyo. Y puede que no ande lejano el día en que por entre las manos de los aficionados de peso discurra ese ansiado, pertinente y necesarísimo «Método de timple».

Ahora Jeremías organiza algo que aún no sabemos qué será. Algo parecido a un ciclo de conferencias-lecciones en que, sobre el terreno, timple en mano, vaya explicando a la gente nueva y a quienes sin serlo sienten eso que el timple representa, el producto de sus investigaciones; las deficiencias en la actual técnica del instrumento y hasta la forma en que pudieran obtenerse, dentro de la propia familia instrumental, cinco unidades de voces distintas y que él ya califica de timplón, segundo,
timple ligero y timplillo.

Todo esto, lector, se hará presente a un público de aficionados en serio; no de noveleros inanes y curiosos. A un público, que sepa sentir y aprovechar ese mundo isleño, reconcentrado, que el timple encierra entre el reclamo de las cinco cuerdas y su lírica joroba. De haber logrado eso que él nos dice, el nombre de Jeremías Umpiérrez será algo vivo para siempre, lleno de la alegría de su propia tierra a través del tiempo; y cuando de muchas personalidades de papel y almidón no quede ni el polvo sobre esta tierra nuestra de la Gran Canaria, el nombre de Jeremías Umpiérrez será sí equivalente, respecto al timple canario,
a lo que cerca de la española vihuela significa el del clérigo pícaro y andariego, bohemio y artista que se llamó Vicente de Espinel.0001Documentación obtenida de Jable. Archivo de prensa digital de la ULPGC.

Jeremías Umpiérrez, abriendo senderos

 

A veces es difícil apreciar el trabajo realizado por personas que desarrollaron su labor artística o musical en una época  donde las grabaciones de audio eran escasas y los medios de comunicación más usuales eran la prensa escrita y la radio.

Lo que a llegado a nuestros días es gracias a la ayuda de personas que de una manera u otra guardaron para sí algunos documentos y archivos que hoy bien valen su peso en oro y, por otra parte, por la gran labor de digitalización de toda la prensa escrita, llevada a cabo por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y vertidas en el Proyecto «Jable» a disposición gratuita y online para todo el público en general. Continúa leyendo Jeremías Umpiérrez, abriendo senderos

Métodos, cancioneros y otras publicaciones

Esta es una recopilación de publicaciones y audiovisuales relacionados con la enseñanza del Timple canario.

1947 Método de Timple (Jeremías Umpierrez)
1947 Método de Timple (Jeremías Umpierrez)
1948 Método Timple. (Boceto) Totoyo Millares.
1948 Método Timple.Boceto (Totoyo Millares)
1954 Método de Timple Francisco Alcázar.
1954 Método de Timple (Francisco Alcázar)
1954 Método de Timple Francisco Alcázar(Décima edición)
1954 Método de Timple (Francisco Alcázar-Décima edición)
1968 Método de Timple de 4 y 5 Cuerdas Francisco Rojas Sarmiento.
1968 Método de Timple de 4 y 5 Cuerdas (Francisco Rojas Sarmiento)
1976 El Timple y su estudio Tomas Quintana Navarro.
1976 El Timple y su estudio (Tomás Quintana Navarro)
1981 Manual de Timple - Manual de bolsillo Gustavo Benitez Suarez.
1981 Manual de Timple – Manual de bolsillo (Gustavo Benítez Suarez)
1988 Método de Timple - Cancionero Juan Carlos Sierra.
1988 Método de Timple – Cancionero (Juan Carlos Sierra)
1989 80 Canciones Canarias Guitarra y Timple - Cancionero Emilio Gomez.
1989 80 Canciones Canarias Guitarra y Timple – Cancionero (Emilio Gómez)
1989 300 acordes para Guitarra y Timple Emilio Gomez.
1989 300 acordes para Guitarra y Timple (Emilio Gómez)
1989 Super Latino - Cancionero Emilio Gomez.
1989 Super Latino – Cancionero (Emilio Gómez)

 

 

 

1990 El Timple y su dinámica Sergio Suárez Valentín
1990 El Timple y su dinámica (Sergio Suárez Valentín)
1992 Método de Timple Zoilo Isidro Sosa Perera.
1992 Método de Timple (Zoilo Isidro Sosa Perera)
1997 Método de Timple Canario Domingo Rodriguez Oramas.
1997 Método de Timple Canario (Domingo Rodríguez Oramas)
1997 Método de Timple Canario Domingo Rodríguez Oramas (Otra edición)
1997 Método de Timple Canario (Domingo Rodríguez Oramas-segunda edición)
1998 Método para Timple - Video grabación Benito Cabrera.
1998 Método para Timple – Video grabación (Benito Cabrera)
2002 Iniciación al Timple Radio ECCA.
2002 Iniciación al Timple (Radio ECCA)
2004 El Timple Imaginario, partituras de los temas del disco Los 4 Gigantes José Antonio Ramos.
2004 El Timple Imaginario, partituras de los temas del disco Los 4 Gigantes (José Antonio Ramos)
2007 El Timple - Programas grabados para Tv Canaria Pedro Izquierdo.
2007 El Timple – Programas grabados para Tv Canaria (Pedro Izquierdo)
2007 Escuela de Timple Jose Antonio Ramos, metodo atraves de Internet Jose Antonio Ramos.
2007 Escuela de Timple José Antonio Ramos, método a través de Internet (José Antonio Ramos)
2008 Cuadernos de Timple Mario Rodriguez Ramirez.
2008 Cuadernos de Timple (Mario Rodríguez Ramirez)
2008 Parrandeando con el Timple - Cancionero Noé Peña Rodríguez.
2008 Parrandeando con el Timple – Cancionero (Noé Peña Rodríguez)
2008 Partituras y Música para Timple Solista Pedro Izquierdo.
2008 Partituras y Música para Timple Solista (Pedro Izquierdo)
2009 El Timple Solista Juan Jose Monzón Gil.
2009 El Timple Solista (Juan José Monzón Gil)
2010 Escuela elemental de Timple Guitarraline
2010 Escuela elemental de Timple (Guitarraline)
2010 Partituras para Timple solista Pedro Izquierdo.
2010 Partituras para Timple solista (Pedro Izquierdo).
2010 Partituras para Timple Germán Lopez
2010 Partituras para Timple (Germán López)
2012 Cancionero Canario Ramón Gil.
2011 Cancionero (Canario Ramón Gil)
2012 Folklore para Timple Solista Pedro Izquierdo.
2012 Folklore para Timple Solista (Pedro Izquierdo)
2012 Partituras para Timple 2 Germán Lopez.
2012 Partituras para Timple 2 (Germán López)
2012 Obras para Timple solista Benito Cabrera.
2012 Obras para Timple solista (Benito Cabrera)
2012 Rasgueo cantado en Timple - Youtube Eulogio Santana Santana.
2012 Rasgueo cantado en Timple – Youtube (Eulogio Santana Santana)
2013 Boleros para Timple Solista Pedro Izquierdo.
2013 Boleros para Timple Solista (Pedro Izquierdo)
2013 Clases de Timple Online Pedro Izquierdo.
2013 Clases de Timple Online (Pedro Izquierdo)
2013 De Raíz - Libro de partituras Germán Lopez
2013 De Raíz – Libro de partituras (Germán López)
2013-14 Pildoras de Timple - Método de enseñanza atraves de internet Josele del Pino.
2013-14 Pildoras de Timple – Método de enseñanza atraves de internet (Josele del Pino)
2014 Escuela de Rock -Youtube Gyatso.
2014 Escuela de Rock -Youtube (Gyatso)
2014 Partituras del Cd Ser Aire Juan José Monzón.
2014 Partituras del Cd Ser Aire (Juan José Monzón)
2014 Partituras sueltas para Timple Pedro Izquierdo.
2014 Partituras sueltas para Timple (Pedro Izquierdo)
2015 Partituras para Timple 3 Gérman López
2015 Partituras para Timple 3 (Gérman López)

 

 

2016 Canciones fáciles para Timple Pedro Izquierdo
2016 Canciones fáciles para Timple
(Pedro Izquierdo)
2017 Partituras para Timple del disco Game Cover (Abraham Gervasio Ramos Sánchez)
2018 Método de Iniciación del Timple, Didáctica para las primeras clases (Pedro Izquierdo)
2018 Arreglos Musicales para Timple (Frankue Martínez)

 

2019 Flores Canarias. Partituras para Timple Solista (Pedro Izquierdo)
2019 Pequeñas Obras de Timple para pequeños grandes Timplistas (Pedro Izquierdo)
2019 Partituras para Timple Volumen 4 (Germán López)

 

2019 Fundamentos básicos del Timple (Daniel Nuez)
2020 Iniciación al Timple – YouTube (Benito Cabrera)