
Después de la impresionante actuación que nos obsequió a todos los presentes Andrés Macías, en el acto de clausura de la Expo-Arte 78, hemos considerado oportuno tener una charla con él, para que nos aclarase algunos datos de su vida y aprovechar la ocasión, para a través de estas líneas, agradecerle públicamente la labor que durante tantos años, como guerrero impenitente dentro y fuera de nuestras islas, ha hecho en favor de la difusión de nuestro folklore canario.
—Andrés Macías, antes de nada, ¿podía hacernos una pequeña biografía de su vida?
—Nací, hace unos cincuenta años, en Las Palmas, en el barrio de Vegueta. Desde muy pequeño, comencé a tocar la guitarra de manos de Pancho Callicó. El Hotel Santa Brígida nos servia como punto de reunión y dedicábamos todas las tardes para tocar «algunas cosillas folklóricas». Después de aquella primera experiencia, me enrolé en una rondalla, donde ya tocábamos piezas clásicas que nos encargábamos de difundir en las famosas serenatas, que por entonces se hacian. Más tarde logré crear un conjunto familiar, de amigos y vecinos, donde nos dedicábamos a actuar en fiestas benéficas, interpretando las canciones de Néstor Álamo único cantante Canario que componía, por aquel entonces. Pasado algún tiempo, ante la brevedad del repertorio, yo mismo, empecé a hacer mis propias composiciones.
—Pero usted es uno de los timplistas más prestigiosos de las islas. ¿Cuándo comenzó a tocar el timple?
—Yo comencé a tocar el timple a raíz de un compromiso que tuve que afrontar cuando un familiar mío, don Juan del Río Ayala, famoso historiador y botánico, formó «La Revista Hablada», en torno a la cual, reunió a un grupo de personas, que debían de dar pequeñas charlas sobre los más diversos aspectos sociales. Un buen día, me dijo que yo tenía que tocar el timple sólo y que tenía que hacer una breve historigrafía del mismo. De esta forma me introduje como timplista solista en el primer número de la revista, que tuvo como escenario El Museo Canario.
—Perdona un momento. Antes de seguir, la historia de la creación del timple, no es muy conocida del público en general, ¿puede referírnosla?
—La creación del timple se remonta a mediados del siglo pasado y según todos los Indicios fue creado por un señor de la Isleta en torno al cual, existe un misterioso silencio. El timple es un instrumento de cinco cuerdas, antiguamente tenía cinco trastes, el único defecto que tenía y el de los que le precedieron, es que utiliza una caja sonora demasiado gruesa. Cada instrumento debe llevar una caja de resonancia diferente que es lo que le diferencia de otro instrumento. La perfecta sonoridad del timple la consiguió Simón Morales Tavío, que era de la Villa de Teguise, Lanzarote, allí, por los años 50 de este siglo. Para ello tuvo que ‘alijar’ la caja de resonancia.
—Abrimos un nuevo paréntesis, para que Andrés Macías, nos siga relatando su vida…
—Corría el año 1.960 y durante 4 años estuve colaborando con «La Revista Hablada», desde el número 1 al 100. Durante estos años me dediqué a perfeccionar las canciones y ahora tengo aproximadamente 37, adaptadas al folklore canario. Debido a mi trabajo en el Ministerio de Obras Públicas tuve que salir 12 años a la Península. Sin embargo a pesar de la distancia, seguí actuando y contribuyendo de alguna forma a la difusión de nuestro folklore. en la Feria del Campo y en los Colegios Mayores de Madrid. Allí grabé un disco con María Mérida, pero la promoción fue muy mala.
—Actualmente de nuevo en nuestras islas. ¿Qué programa artístico tienes?
—Normalmente recorro las islas, tocando lo más típico de ella; de Lanzarote el sorondongo; de Fuerteventura la polka majorera; de Gran Canaria dos Santo Domingo y aires de Lima de Artenara; de Tenerife el Santo Domingo y el tanganillo; de Gomera el tajaraste; de La Palma Los Aires de Lima; de Hierro el baile del vivo. Aparte de todas estas composiciones típicas de cada isla, hay unas comunes a todas ellas, como son la isa, la folia, la malagueña y la seguidilla.
—¿Es preciso realizar algún estudio para tocar el timple?
—No, el timple es un instrumento autodidacta, se hizo para acompañar. El primero que lo sacó de la rondalla fue Jeremías Dumpiérrez, que se hacía acompañar con una guitarra y cantaba. Yo la primera vez que vi el timple, como instrumento solista, fue con Casimiro Camacho, de Fuerteventura, que puntea y se hace acompañar por una guitarra. Actualmente con el mismo sistema podernos encontrar a Totoyo, Valerón, Rojita, etc….
—¿Se puede hablar de una Escuela Timplista?
—No, cada uno enseña a su manera. Yo doy clases en casas particulares y en el colegio Islas Canarias, manejando la mano derecha con redoble, como considero que es la forma más fácil de aprender, pero cada artista tiene su forma diferente de tocarlo, esto hace que no se pueda comparar a los artistas, puesto que no hay unas reglas académicas que normalicen como ha de tocarse el timple.
—¿Es el timple un elemento característico del folklore canario?
— Evidentemente, no se concibe aquí una rondalla sin timple. Es un sonido fundamental que rápidamente se identifica con Canarias.
—¿Tiene alguna relación el timple con la cultura guanche?
—No, puesto que el timple es de posterior invención. Los españoles, cuando llegaron, nos trajeron la guitarra, la bandurria y laúd. Echarri sin embargo descubrió en Tenerife, la similitud existente entre la contra canaria (de cuatro cuerdas) y el cuatro venezolano, el guitarrón canario y el guitarrón mejicano. Prueba que ha valido para poder asegurar que antiguamente en Tenerife se tocaban el timple, la contra y el guitarrón.
—¿Qué difusión tiene el timple y cómo enseña a tocarlo Andrés Macías?
—Es raro la casa canaria en la que no hay un timple, éste se toca en casa, en los colegios, en las reuniones, es algo Intrínseco al canario. Yo enseño a mis alumnos a acompañar en rondalla luego, el virtuosismo es cosa propia del artista. Yo toco a mi aire y procuro hacerlo lo mejor posible.
—¿Dónde se conserva el folklore más puro?
—Hierro y la Gomera son las islas donde el folklore se conserva más autóctono. Sin embargo Las Palmas en flora y fauna, es la más representativa de las islas, puesto que ha no ha sufrído las terribles talas y por tanto es la menos castigada.
—¿Crees que el folklore popular tiene suficiente difusión en las islas?
—No, creo que adolecemos de nuestras folklóricas, y en ello pienso que deberían hacer más las autoridades. El folklore se ha comercializado, y hay grupos que tocan lo que quieren a los turistas. Sería maravilloso reunir con alguna frecuencia los grupos más representativos de las islas y formar auténticas jornadas de arte popular canario.
—¿Cuáles son sus últimos trabajos dentro de la composición?
—Actualmente interpretan canciones mías. Los Gofiones y Mary Sánchez.
—¿Cuáles son las composiciones que más fama le han dado?
—Mi composición más famosa es de hace 17 años, «Pobre Rafael» y otra conocida es la interpretada por Los Gofiones «Perro Bardino».
Así finaliza nuestra entrevista, en la oficina de un canario que trabaja como todos nosotros, pero que saca tiempo libre para difundir con su timple, los sentimientos más profundos que la unen a sus raíces.
JULIO IRAZABAL
Fotos: Troya
Documentación obtenida de Jable. Archivo de prensa digital de la ULPGC.